La donostiarra Juncal Aizpurua destaca en este deporte, en el que siendo cadete fue segunda del mundo, y acaba de pasar a absoluta, aunque su prioridad son los estudios
El pádel es un deporte que atre a muchas personas, cada vez más, porque como nos cuenta Juncal: «No hace falta ser bueno para divertirte jugando, aunque seas malo lo pasas bien y por eso lo practica mucha gente». Juncal Aizpurua veía de muy niña a sus aitas jugando y aunque no destacaban, notaba que se divertían mucho y pensó que ella también podría encontrar un entretenimiento interesante jugando con las palas y la pelota.
«Primero jugaba al tenis, pero luego me dediqué sólo al pádel y estoy encantada», nos cuenta la donostiarra, que desde pequeña ha conseguido buenos resultados: «El más importante hasta ahora fue el subcampeonato del mundo cadete, en Buenos Aires, con mi compañera asturiana, Nuria Diaz. Acabo de dejar atrás la categoría de menores y junior y ya he entrado desde el 1 de enero a la absoluta y eso ya son palabras mayores».
Juncal es una joven alegre que a sus dieciocho años acaba de comenzar la carrera de medicina en Leioa: «Tengo muy claro que no me voy a ganar la vida con el pádel, porque quiero ser médico, y lo que hago es compartir el deporte con los estudios. No me ha ido mal en el primer cuatrimestre en ambas cosas, las notas han estado bien y entreno en Derio con mi compañera Cristina González, con la que participaremos en próximas competiciones».
El tenis fue su primera afición deportiva: «Desde los cinco años lo practiqué, pero me aburría y cuando vi a mis aitas lo bien que lo pasaban con el pádel me decidía a jugarlo tambien y ya a los trece años seguí solo en el camino de este deporte que sigo practicando. Siempre he entrenado con Iñigo Iragorri, primero en el Real Club de Tenis, luego en Etxadi, Padel 4 o UPV; iba detrás de él, hasta que por los estudios he tenido que marchar a Bilbao, donde entreno junto a la bilbaina Cristina y ya hemos conseguido algunos buenos resultados».
Hay cosas muy a tener en cuenta para jugar al padel: «Creo que lo más importante es la cabeza, la concentración es fundamental y eso es algo que domino bastante bien. Muchas veces el contrario intenta sacarte del partido y no hay que entrar a ese juego, sino estar muy concentrado en lo tuyo. Luego está la fuerza para terminar los puntos, en lo que tengo que mejorar, y, por supuesto, la forma física, porque el nivel está muy igualado y los partidos son muy largos y tienes que estar en forma para terminarlos bien. Al final gana los partidos quien tiene más cabeza y mejor físico».
Llega a la categoría absoluta, pero no le da vértigo: «No porque aunque éramos menores, hemos jugado en la categoría absoluta algunos torneos y somos quintas del ranking absoluto vasco. Ya estamos entrenadas en ello. Ahora en el 2016 voy a jugar el circuito vasco absoluto con mi compañera Cristina y a ver si podemos repetir el quinto puesto o incluso mejorarlo. También estaremos en el circuito vizcaíno e intentaremos participar en algún torneo profesional. Hasta marzo estamos en pretemporada y el resto del año, a tope de competición, pero sin olvidar que mi prioridad es la Universidad. Espero compatibilizarlo bien como hasta ahora».
Pensar en vivir del pádel es una quimera: «Por supuesto que sí. Es dificilísimo, sobre todo sin acudir a uno de los centros de rendimiento que no tenemos aquí. El margen de evolución no es el que, por ejemplo tienen en Madrid».
via : diariovasco.com
