Padelmanía entra oficialmente en concurso de acreedores

Lo avanzamos el pasado mes de abril. Padelmanía estaba pasando por una situación económica complicada y, aunque no contábamos con la confirmación por parte de la empresa, los rumores en el mercado apuntaban a que había gastado el último cartucho que le quedaba, presentando concurso voluntario de acreedores. Y así se ha confirmado, tras ser publicado hace pocos días en el Boletín Oficial del Estado, con fecha de 22 de marzo de 2017.

Padelmanía ha puesto en marcha el último recurso que le queda para conseguir mantenerse a flote, tras un año de negociaciones fallidas con posibles inversores que contribuyeran a contrarrestar la importante, aunque no precisada por el momento, deuda que acumulaba ya a finales de 2015.

De hecho, se conoce que a día 31 de diciembre de ese 2015, el pasivo de Padelmanía ascendía a 4,2 millones de euros, de los cuales 1,8 millones de euros corresponderían a entidades financieras. Para hacer frente a estas deudas, Padelmanía firmó en ese momento con algunas entidades bancarias una refinanciación de 1,06 millones de euros a cinco años con un año de carencia, así como 98.000 euros a 3 años y 40.000 euros a un año, según se desprende de la memoria anual de la empresa.

Pérdidas desde 2014

Tal y como referimos ya en el mes de abril, Padelmanía empezó a acusar un descenso de sus beneficios a partir del año 2012, a pesar de que su facturación se mantenía al alza. Concretamente, Desde 2011 hasta 2015, Padelmanía pasó de facturar 5,37 millones de euros en 2011 a 8,19 millones de euros en 2015. Sin embargo, tras obtener en 2011 unos beneficios, tras impuestos, de 346.814 euros, en 2014 registró unas pérdidas de 62.459 euros, tras impuestos, y en 2015 -últimos datos presentes en el registro mercantil-, pérdidas de 343.618 euros, tras impuestos.

Dados estos datos, cabe mencionar que la empresa Padelmanía es propietaria de una cadena de tiendas físicas que llegó a rozar los 40 puntos de venta en su momento álgido, además de gestionar, a través de Oho77, las marcas Vision, Middle Moon y Paddle Coach; patrocinar al jugador del World Padel Tour Paquito Fernández, y poner en marcha, precisamente en 2015, una nueva línea de negocio encarada a la venta de running llamada Top Running.

Fuentes de la distribución de pádel también destacan que fue el precursor de la guerra de precios que vive en la actualidad el mercado, impulsando medidas como el Botón del Pánico, con el que igualaba el precio más barato encontrado en Internet.

Conocedora de haber quizás abarcado más de lo que podía, Padelmaía intentó reconducir la situación cerrando acuerdos con clubes de pádel y revisando su estrategia de gestión y apertura de tiendas, apostando por las franquicias. Pero no ha sido suficiente para evitar llegar a esta situación.

“Quería ser el rey”

Una situación que ha provocado reacciones en el mercado español del pádel, en el que, en general, se lamenta que “el pionero en la venta de pádel en España” se encuentre en suspensión de pagos.

Tanto marcas como tiendas especialistas en pádel consultadas afirman “no alegrarse” de este gris desenlace de Padelmanía que, de no conseguir un acuerdo con los acreedores, se verá abocada a su liquidación. Y mientras algunas voces apuntan a que se trata de “una señal de que el mercado español de pádel no es tan boyante como hace tres años”, para otros se trata más de “haber querido abarcar demasiado” y como dice el dicho popular, “quien mucho abarca, poco aprieta”.

Así lo sienten algunos detallistas consultados quienes afirman que “tuvimos la sensación de que Padelmanía quería ser el rey del mercado de pádel, desbancar a todos, y no se conformó con vender material, sino que también quiso tener marcas en propiedad y estar presente en el World Padel Tour”. A lo que añaden otras voces del mercado: “En el momento en el que tienes demasiados gastos, en un mercado en el que el margen es tan corto, es difícil que los números salgan”.